Por Alicia Reye Waghorn, Directora Escuela de Gestión, Negocios y Marítima.
Estimados Lectores,
Es un gusto poder saludarlos en esta nueva edición de nuestra revista. En esta edición quisiera dedicar algunas palabras respecto a los efectos inflacionarios que hemos estado vivenciando a raíz de la pandemia mundial que nos aqueja.
Cuando hablamos de inflación y revisamos su definición, ésta se refiere a un desequilibrio entre la producción y la demanda asociada a ella, relacionada además a la pérdida del valor del dinero en el tiempo. Si tratamos de definir inflación con palabras simples, podríamos decir que es el aumento sostenido de los precios en el tiempo y eso claramente se provoca pues, se detecta un exceso de demanda de los distintos bienes y servicios disponibles en el mercado, para la oferta de estos. Este efecto lo que hace es aumentar el costo de la vida que como muchos saben, en nuestro país ha sido un tema relevante y no menor en los últimos años. Al existir este aumento prolongado de los precios en el tiempo, las personas claramente pueden acceder a comprar una menor cantidad de bienes y/o servicios con sus ingresos, y es ahí precisamente donde la calidad de vida de los ciudadanos se ve mermada.
Una variable que también sabemos está afectando la inflación es incluso el cambio climático. En nuestro país, estamos viviendo una sequia importante, la cual, aumenta la dificultad de producir alimentos entre otros tipos de productos, por tanto, se hace más compleja su fabricación/producción y posterior disponibilidad en el mercado. No obstante, ¿qué otras variables colaboran a esta inflación?, la disponibilidad de recursos provenientes del dinamismo laboral, es decir, la disminución de la tasa de cesantía, las diversas ayudas traducidas en subsidios y bonos estatales, sumado ello a los retiros de las AFP´s que se han podido materializar a lo largo de la pandemia, ha permitido que tengamos un poder adquisitivo más elevado y por ende, una mayor demanda potencial de diversos bienes y servicios que de otro modo, no habría sido tan alto como en este caso. Sin embargo, se debe tener cautela con la inflación, pues a lo largo de la historia hemos sido testigos de grandes naciones que han sucumbido con cifras volumétricamente mayores de inflación y es por ello que se debe contener de algún modo. Según el informe de política monetaria del Banco Central de Chile, este año la inflación podría terminar en un 5,7%, resultado mayor al que por tolerancia natural se define para nuestro país entre un 2% y 4%. Se suma a estos datos y cambios fundamentales del consumo en la población en general el efecto que tendrá por ejemplo el mes de Septiembre en nuestro país, esto, pues al ser una fecha importante para las familias Chilenas, su consumo también aumenta de manera sostenida y con ello los precios de ciertos productos no se quedan atrás, muy por el contrario, hay productos que su valor de acuerdo a diversas fuentes de información (sobretodo en los alimentos) ha aumentado sobre el 30%, los combustibles han aportado también al aumento de la inflación sostenida.
Dicho lo anterior es que se espera que la inflación pueda ser contenida una vez los subsidios y ayudas de carácter gubernamental comiencen a desaparecer, sin embargo, el llamado siempre es a mantener un consumo responsable, basado en prioridades y necesidades, Chile no es el único país que esté sufriendo un aumento en este índice, de hecho, es una consecuencia mundial derivada de la crisis sanitaria, por lo mismo, es que de nosotros dependerá poder prepararnos para las situaciones que puedan eventualmente ocurrir y cubrirnos de dichos malos momentos, sin embargo, ¿cómo podemos cubrirnos ante el riesgo de inflación?, algunos instrumentos que nos permiten poder palear el efecto inflacionario es por ejemplo, tomar instrumentos de ahorro o inversión en UF, ya que, la unidad de fomento en Chile es una moneda artificial o intangible que mantiene su valor en el tiempo, dicho de otro modo, se va reajustando de manera automática, por eso es que justamente algunos créditos de gran volumen son emitidos a través de esta unidad.
En consecuencia, siempre será recomendable mantener un presupuesto sano y consciente, ya que solo así podremos hacer frente a las diversas situaciones o escenarios que tendremos que soportar en términos económicos, más aún, cuando estamos viviendo una crisis que ha afectado al mundo entero y que dependerá de nuestro desempeño a nivel país la capacidad y habilidad para sobrevivir a los tiempos difíciles.
Esperamos que el mes de septiembre haya estado colmado de buenos momentos familiares y con sus seres queridos, nosotros por lo pronto, continuamos comprometidos con la causa común y país de educar y aportar al desarrollo, esforzándonos a diarios por colaborar con la comunidad y sobretodo en las localidades en donde podemos llegar de manera directa. El compromiso es algo inherente al sector educación y por cierto que IPG no está al margen de ello.
Una vez más les envío mis sinceros saludos y mejores deseos a cada uno de ustedes, no dejando a un lado los agradecimientos por la gran recepción que nos brindan todos los meses con nuestra revista digital y cápsulas semanales de educación financiera. Por último, los invito a revisar un apartado especial que tenemos en esta edición, dedicada a las actividades gastronómicas que hemos desarrollado como Institución y Escuela acompañando a la comunidad y aportando a nuestros estudiantes lo mejor que sabemos hacer.
Tengan todos ustedes mis saludos y parabienes.